La rosácea es una condición de la piel que afecta principalmente la piel de la cara y causa enrojecimiento en la nariz, el mentón, las mejillas y la frente. Con el tiempo, el enrojecimiento puede volverse más intenso y adquirir una apariencia rojiza mucho más notoria. Los vasos sanguíneos pueden hacerse visibles y puede presentar la sensación de ardor o escozor. En el artículo de hoy, veremos las cosas que puedes hacer (y las que no) para reducir sus síntomas y mantener la rosácea bajo control.
¿Qué causa la rosácea?
Se desconoce la causa de la rosácea, pero se han identificado elementos que puede provocar esta condición. Algunos atribuyen esta condición a un trastorno del sistema neurovascular (nervios, venas, arterias) o del sistema inmune. Un ácaro microscópico de la piel llamado Dermodex es más abundante donde hay rosácea y puede contribuir a la afección. Los estudios han sugerido que, en algunos casos, existe una conexión genética entre la rosácea y otras afecciones graves de salud, como el cáncer y las enfermedades cardiovasculares e intestinales.
¿Qué hacer y qué no?
- No apliques sobre tu piel productos que contengan químicos. La rosácea puede agravarse fácilmente con químicos o ingredientes sintéticos. Es importante elegir productos naturales y orgánicos para el cuidado de tu piel, así como evitar el uso de artículos perfumados, tanto en tus cosméticos como en los detergentes que usas para ropa.
- Te recomendamos aplicar en tu piel productos que sean ricos en antioxidantes y aceites orgánicos. Los productos ricos en antioxidantes no sólo ayudan a proteger tu piel del daño de los rayos UV, sino que también se ha demostrado que los aceites orgánicos como la jojoba funciona como un factor solar natural.
- Usa protector solar siempre. Cuando pases tiempo al sol, te recomendamos elegir un un factor solar de alta protección para que proteja tu piel. De todas maneras, intenta reducir al mínimo las veces que te expongas al sol, ya que a menudo la rosácea se ve agravada por este factor. Debes saber que nuestro cuerpo produce vitamina D cuando nos exponemos a él y los niveles elevados de vitamina D están asociados con la progresión de la rosácea.
- No comas alimentos que agravan la rosácea. La rosácea empeora con ciertos alimentos, por lo que es importante saber qué alimentos agravan su condición. Los alimentos más comunes incluyen alcohol o bebidas estimulantes como el café y el té negro. Además las comidas muy picantes y especiadas con pimienta negra, curry, clavo de olor o comino pueden jugar un papel negativo en tu piel. Con respecto a las verduras y frutas, evita comer tomates, pimentones rojos, berenjenas, remolacha y rábano.
- Prueba con una dieta mediterránea. No es común hablar sobre dieta mediterránea, pero debes saber que es opuesta a las costumbres occidentales y es muy saludable. Te recomendamos incluir a tu dieta alimentos ricos en antioxidantes, ácidos grasos y de bajo índice glucémico, tales como: pescado, salmón, semillas como nueces, almendras y berries como los arándanos, cerezas y moras.
- Incluye probióticos. Comer estas “bacterias buenas” ayudan que tu flora intestinal pueda mejorar la absorción de los nutrientes necesarios para una piel sana, incluidos el zinc y las vitaminas A, C, D y E. También beneficia al sistema inmunitario y es antiinflamatorio. Los probióticos que pueden agregarse a su dieta son la kombucha, kéfir, chucrut, kimchee u otros suplementos de este tipo.
- Evita los cambios climáticos excesivos. Trata de no pasar de temperaturas muy calientes a frías de manera rápida. Esto incluye tomar sol, asistir a saunas o baños calientes, para después estar expuesto a vientos fuertes, frío extremo o alta humedad.
- Haz todo lo que esté a tu alcance para disminuir tu estrés. El estrés puede agravar la rosácea porque aumenta la producción del cortisol. El cortisol tiene un efecto inflamatorio en la piel y puede contribuir a los brotes. Para reducir el estrés, use prácticas diarias de manejo del estrés, practicando ejercicios de meditación y respiración. El ejercicio suave también puede ayudar a regular los niveles de cortisol.
Asiste a un dermatólogo. Recuerda que la rosácea es un trastorno de la piel donde muchos factores pueden afectar su progresión, por lo que es importante acompañar todos estas recomendaciones con una rutina de cuidado de la piel que esté especializada en la condición de la rosácea. Agenda una hora con tu dermatólogo y comienza a cuidar tu piel con los productos indicados para ti.