Cuando llegas a tus 30, no sólo cambias de folio para pasar a una nueva década sino que tu piel también cambia. A medida que pasan los años, la piel puede volverse más opaca, perder elasticidad y sentirse más seca debido a factores genéticos, ambientales o al estilo de vida que llevas, pero ¡nada que no puedas tratar! Renovar tu rutina de cuidado y conocer las nuevas necesidades de tu piel será clave para actuar de la mejor manera.
¿Qué sucede con la piel en los 30?
A los 30, tu organismo comienza a experimentar un proceso de transición en la producción de las proteínas y moléculas naturales que ésta tiene, mayoritariamente en las que otorgan la elasticidad, la hidratación y el brillo de tu rostro. Por ejemplo, la tasa de producción de colágeno y elastina disminuye, al igual que el soporte elástico de las glándulas linfáticas, lo que provocará que comiences a notar más signos del envejecimiento, como líneas finas de expresión en tu rostro en la zona de los ojos o labios y que tu piel no esté tan radiante como antes, viéndose más opaca.
¿Qué productos debería comenzar a aplicar en mi rutina?
1. El factor solar es esencial.
Lo hemos mencionado antes en el blog: incluir un buen protector solar a tu rutina es clave en cualquier método de cuidado sin importar la edad que tengas. Sin embargo, durante los 30 años es cuando los daños solares de años anteriores comienzan a verse, ya que la exposición a la luz solar sin protección es la causa número uno del envejecimiento prematuro de la piel. Así que no esperes más para proteger tu piel, aún cuando el invierno esté a la vuelta de la esquina aplicar protector solar a diario.
2. Invierte en una buena crema de ojos.
Si aún no usas crema para el contorno de los ojos, este es el mejor momento para comenzar. La piel que rodea tus ojos es delicada y suele ser la primera en mostrar signos de envejecimiento, por lo que aplicar una buena crema te ayudará a tensar la piel, mantenerla fresca, hidratada y, por lo tanto más, firme. Tan sólo debes aplicar el producto con pequeños movimientos suaves en la zona del hueso orbital que rodea tus ojos día y noche.
3. Dale la bienvenida a los ingredientes antioxidantes.
Tus nuevos productos favoritos para el cuidado de la piel deben tener antioxidantes tópicos, especialmente los que contienen vitamina C y E. Estos protegerán tu piel de los radicales libres provocados por la contaminación, la exposición al sol y el cigarro si es que fumas (aunque a los 30 ya sería una muy buena idea proponerse dejar el tabaco). Te recomendamos usar estos productos todas las mañanas como parte de tu rutina matutina.
4. Limpia tu piel.
Limpiar tu piel todos los días, en la mañana y la noche, es vital para eliminar las células muertas de tu piel, el exceso de grasa y sudor. Además, este paso permite dejarla lista y preparada para recibir todos nutrientes y activos de los siguientes productos que vayas aplicar. Te recomendamos evitar usar las toallas desmaquillantes como tu método de limpieza, ya que pueden ser muy abrasivas para tu piel debido a que contienen alcohol y pueden alterar el nivel de PH de tu piel y la función de barrera natural, lo que a su vez puede provocar deshidratación y sequedad.
Si estás buscando un producto efectivo, seguro y simple te recomendamos optar por agua micelar. Este removerá eficazmente todos las impurezas de la piel, dejándola perfectamente limpia para continuar con tu rutina.
5. ¡Hola sérum!
Mientras que tu crema hidratante retiene el agua de tu rostro, el sérum tiene un concentrado de activos que actuará de manera específica en tu piel. Cada sérum contiene ingredientes que te ayudarán con las temáticas específicas que quieras tratar. Por ejemplo: si buscas hidratar, el activo de ácido hialurónico te ayudará, mientras los sérum que contienen vitamina C aportarán luminosidad y repararán el daño producido por el uso excesivo de cosméticos o la exposición a los radicales libres.
